PROVIDENCE, RI (PM).-La Ciudad de Providence necesita recuperar la facultad de poder re-negociar los niveles de aportes que se hacen siguiendo los parámetros de COLAs (en inglés: Cost of Living Adjustment), tal y como lo hizo con los trabajadores organizados, mediante negociaciones con la unión de empleados municipales.
Providence City Hall/PM archivo |
Sabemos que la avalancha inflacionaria que afecta a todo el mundo en todo el país, es catastrófica; pero la incertidumbre y el quiebre potencial de la municipalidad, no son opciones alentadoras, porque a mediano y largo plazo, significarían sacrificios más devastadores para los contribuyentes, ya casi asfixiados por impuestos.
El Alcalde Ángel Taveras tiene toda la razón al destacar la urgencia de reforma del sistema de pensión, y ningún sector debiera relegarse de la búsqueda de una solución, que particularmente pienso, debe venir de la Legislatura. Por años y años, las administraciones municipales se contentaron con mantener en buen estado sus relaciones con las uniones, sin demandar con sentido de responsabilidad pública inequívoca, la reforma que evitara el resquebrajamiento del estado y status financiero de Providence.
Sólo se pensó en estar bien con todos, para mantener posiciones políticas; la bonanza acabó, y al parecer no todos estamos asumiendo nuestro compromiso con la valentía y determinación con que viene haciéndolo el Alcalde Taveras.
Lo concerniente a los beneficiarios de planes de salud pagados por la ciudad, que califican y pueden beneficiarse de Medicare, un beneficio federal al que contribuyeron, y que ganaron en el curso de sus años de empleo, es algo mucho más complejo, pero igualmente debe encontrársele una solución escalonada y proporcional enfocada fundamentalmente en aquellos retirados que sacrificarían menos beneficios si accedieran al Medicare. Simpatizo con una solución que resulte proporcionalmente justa para cada una de las partes.
Igualmente pienso que la municipalidad debe recibir mayor apoyo de instituciones sin fines de lucro, que en el curso de los años, han logrado transformar el usufructo de su status, para acrecentar sus extraordinarias acreencias patrimoniales. Sin embargo, la municipalidad no debe ignorar los enormes aportes de las mismas, a la calidad de vida de los contribuyentes. Una institución como Brown University, por citar un ejemplo, no es un enemigo, ni un amigo cualquiera; es un recurso excepcionalmente valioso para Providence.
Debemos encontrar soluciones, sin animar y promover tonos destructivos. El Alcalde no debe estar solo en esta tarea descomunal; el Concejo de la ciudad, y particularmente la Legislatura estatal, deben contribuir a esclarecer el futuro de Providence; un paso que no debe esperar la finalización de la actual legislatura.