sábado, 31 de diciembre de 2011

La estrategia electoral anti Congreso


Por Luis Peralta
PROVIDENCE, RI—A pesar de que encuestas recientes, sitúan al Presidente Obama con altos niveles de rechazo a su conducción del gobierno nacional, estoy convencido de que logrará re-elegirse, pero necesita, en primer lugar, una mejoría mucho más notable en el estado de la economía; calcular bien la estrategia de campaña, y asegurarse de no involucrar al país  en un nuevo conflicto militar internacional.
     
US Senate Small Senate Rotunda/PM archivo
Su nivel de aprobación, todavía está bajo, y pienso que ello se debe, más que todo, a la lentitud con que la economía estadounidense viene despertando de la recepción.  Sin embargo, La estabilidad en los signos vitales de la economía, parece venir, a juzgar, entre otras cosas, por el aumento del porcentaje de ventas de propiedades inmobiliarias, independientemente de los bajos precios que aún dominan el mercado.  El incremento en la confianza del consumidor, es otro factor que al parecer impulsará un desempeño económico positivo.

El Presidente, admítanlo o no sus detractores, ha logrado sostener una economía relativamente estable, si es que no hemos olvidado el precipicio en que se encontraba en 2007 y 2008.  De hecho, fue el descalabro del sector financiero, lo que posibilitó su triunfo; antes del desplome de entidades bancarias y financieras,  en pleno fervor de la campaña electoral, hubo un breve momento en que el candidato republicano superaba al entonces Senador Obama en la preferencia del electorado.  El derrumbe económico, cambió todo.
     
No obstante, el Presidente no debe equivocar sus acreencias políticas, sobre todo cuando inicialmente fundamenta su campaña electoral en un ataque descomunal al Congreso de la Nación, ya que el Congreso, obviamente, no solo está constituido por congresistas y senadores republicanos, sino también por compañeros de su propio partido.  Electoralmente, la estrategia puede vender, sobre todo si tomamos en cuenta la baja popularidad del Congreso, que según una encuesta de “Rasmussen Reports”,  sólo un 5 por ciento de los electores, considera que está haciendo un buen trabajo, mientras que un 68 por ciento lo desaprueba.

Los asesores de la re-elección, no deben olvidar que los niveles de desaprobación de la Presidencia Obama, están por encima de su aprobación.  El 29 de diciembre, Rasmussen Reports condujo una encuesta, según la cual un 47.8 por ciento de los votantes, rechaza  la gestión del Presidente, mientras un 46.8 por ciento la aprueba.  Pero, de acuerdo a la firma citada, Mitt Romney, el pre-candidato republicano con mayores posibilidades de ser nominado por su partido, tiene un nivel de aceptación de 45 por ciento, contra un 39 por ciento del Presidente Obama.

Si el Presidente resulta re-elegido,  podría encontrarse en una situación todavía mucho más difícil en términos de gobernabilidad, si los republicanos llegaran a preservar el control de la Casa de Representantes, y pasaran a controlar el Senado del país.  Es por esa razón que estimo riesgosa su estrategia de ataque frontal al Congreso, como si un presidente tuviera la facultad de gobernar sin el papel esencial del Legislativo.  Ademas, el Presidente podría enfrentar una especie de soledad electoral en muchos estados, ya que muchos legisladores estarán concentrados en  luchar por su sobrevivencia.  ###PM

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